3 de agosto de 2010

Siete mitos acerca de los jóvenes

Por Carlos A. Camacho
Nunca olvidaré una mañana de sábado cuando una dama se acercó en el pasillo de la iglesia y me dijo: “¡Ay pastor, no sé qué voy a hacer con mis hijos!” Con los ojos llorosos y luchando por contener las lágrimas, me confió que había tenido una noche muy difícil con sus tres hijos, dos de ellos adolescentes y uno preadolescente.
“¿Qué pasó?”, le pregunté. En cuestión de segundos, mi mente repasó la lista de pecados que comúnmente se les atribuyen a los jóvenes, sin saber que el problema al que me enfrentaba rebasaba los límites de mi entendimiento.
“Pastor, usted sabe que los jóvenes son terribles y mis hijos no son la excepción”. Sus palabras comenzaron a alarmarme: ¿Será que habrán matado a alguien?, me preguntaba por dentro. Ella continuó: “Mis hijos… ¿Por qué no viene a mi casa?”
El lunes de tarde la visité en su casa. Después de muchos rodeos en la conversación, descubrí que el monumental problema de sus hijos eran los frijoles que jamás faltaban en la cena, y que ejercían su efecto en el sistema digestivo de los muchachos. Lo que debía haber sido una tarde de consejería pastoral, terminó siendo una clase de planificación de alimentos para los días siguientes.
Albergar una actitud negativa hacia los jóvenes es tan común como el pan (o las tortillas para los que somos mexicanos). Hemos aprendido a ver la adolescencia, y en algunos casos la juventud, como si fuese una enfermedad o un problema. Mi convicción es que en torno de la adolescencia y juventud se han tejido muchos mitos. La imagen que Hollywood presenta con frecuencia de los jóvenes es que son materialistas, indiferentes, adictos, mentirosos, inmaduros, desubicados, carentes de valores morales, groseros y, el favorito, idiotizados por tanta tecnología.
Pero, ¿son los jóvenes así, o se trata de un mito que nos han vendido? Algunas veces los mitos tienen base, pero comúnmente son tradiciones colectivas que responden directamente a los deseos y temores de los adultos.
A continuación deseo compartir diez mitos acerca de los jóvenes, que influyen directamente en la forma que un adulto se relaciona con ellos:
Los jóvenes andan mal: No por imprecisa, esta frase deja de ser la favorita entre las personas que no tienen deseos o tiempo para relacionarse con la juventud. Con frecuencia la usan para explicar la resistencia al estatus quo mostrada por los jóvenes.
Sin embargo, asumir que es malo no estar de acuerdo con el estatus quo es contraproducente. En primer lugar, porque cuestionar las reglas existentes es parte del desarrollo del adolescente. Y en segundo lugar, porque se emite un juicio que daña lo que el joven más espera de nosotros los adultos: que se lo trate con confianza y no se le reprima su derecho a opinar. Al fin y al cabo, el joven crece cuando aprende a evaluar por sí mismo el mundo que lo rodea, y no cuando se lo fuerza a ver las cosas como los mayores las ven.
El antídoto: Acepte que eso que llamamos “rebeldía del adolescente” no es más que el clamor del muchacho que pide espacio para definir su propia persona. En vez de negarle ese derecho, dele confianza, amor genuino y sea usted mismo un buen modelo. Descubrirá que la frase los jóvenes andan mal es un mito simplemente.
Los adolescentes todavía no son personas completas: Con frecuencia, al interactuar con padres de adolescentes, recibo la impresión de que aquellos piensan que estos son “casi” personas. Por lo tanto, los tratan como si no fuesen personas completas. En honor a la verdad, la palabra “adolescente” significa que adolece de algo. Pero, ¿de qué adolece el joven? Le falta madurez y experiencia. Ahora bien, un individuo puede carecer de experiencia, pero eso no lo disminuye como individuo. Es tan solo una persona sin experiencia.
El antídoto: Acepte y respete al adolescente como una persona en el pleno sentido de la palabra. Eso significa que usted confiará en él, escuchará sus opiniones, le permitirá tomar decisiones, y le entregará responsabilidades. Usted se sorprenderá al ver cómo el adolescente se eleva a la altura del respeto y consideración que recibe.
Los jóvenes no son espirituales: El adulto tiende a asociar la espiritualidad con la apariencia externa y con el apego a ciertas rutinas y ejercicios religiosos. Los jóvenes de hoy en día, en cambio, recelan de la religión. A ellos, a menudo, no les interesa la apariencia ni los ejercicios rutinarios del culto. Desean algo más genuino, algo que nazca del corazón. Esta discordancia entre los gustos religiosos de los adultos y los de los jóvenes, llevan a pensar que estos no son espirituales.
Paradójicamente, la juventud de hoy en día es más sensible a los temas espirituales de lo que fue en épocas pasadas. Los jóvenes están siempre buscando un guía espiritual, una persona que sea genuina a quien seguir y en quien confiar.
El antídoto: Experimente a Jesús junto con el adolescente. En otras palabras, incorpore en la vida diaria los grandes principios de amor, de respeto, de servicio al prójimo y de confianza en Dios. El adolescente no está interesado en escuchar un largo sermón, pero sí está interesado en ver cómo usted trata a su esposa, o cómo ayuda al mendigo de la calle. Permita que Jesús se encarne en usted y descubrirá cómo el adolescente lo seguirá.
A los jóvenes no les interesa relacionarse con los adultos: Los estudios muestran que los jóvenes que triunfan en la vida alcanzan sus logros gracias a la ayuda de un grupo de adultos que siempre creyó en ellos. Esto demuestra que todo joven anhela y necesita tener relaciones significativas con los adultos que lo rodean. En mi experiencia con los jóvenes, he descubierto que la única razón por la que algunos deciden no relacionarse con los adultos es porque éstos los han herido y maltratado.
El antídoto: Dé por sentado que el adolescente lo necesita a usted. Y, ¡tranquilo! El adolescente no espera que usted use las palabras, los modales o el estilo de ropa que él usa para apreciarlo profundamente. Todo lo que usted tiene que hacer es interesarse en él, por sus preocupaciones y por sus anhelos.
Los jóvenes no quieren disciplina: El hecho de que los niños y los adolescentes tratan con frecuencia de empujar los límites o quebrantar las barreras, es precisamente la prueba de que desean conocer qué es lo apropiado y qué no. Nuestros jóvenes no solo necesitan reglamentos claros y de fácil comprensión, sino que los anhelan. Los desean porque su vida es mucho más sencilla cuando conocen las expectativas de sus padres. Desgraciadamente, que conozcan claramente lo que se espera de ellos no es siempre suficiente para prevenir ciertos comportamientos. Pero aun así, es vital para el desarrollo integral del joven que exista en su vida una estructura que defina claramente lo permisible de lo que no lo es.
El antídoto: Asuma que el adolescente se siente más seguro cuando existe disciplina en su vida. Cree un espacio en el que el joven se mueva con libertad. Al mismo tiempo, muéstrele cuáles son los límites. Explíquele con bondad y respeto los peligros que el traspaso de esos límites entrañarían, y ayúdelo a que decida respetarlos.
Los jóvenes carecen de iniciativa: ¿Recuerda cuando sus pequeños querían ayudarle a hacer las tareas y lloraban si usted no les daba oportunidad? Por lo general, ¿cuál era su respuesta?
La apatía aparente de la juventud es más una reprimenda a los adultos que una característica propia. El joven se caracteriza por su energía y disposición a la acción. Todo joven anhela hacer algo. Sin embargo, cuando un joven carece de iniciativa es porque algo se ha roto dentro de él. Dios creó a cada ser humano con eso que yo llamo un motor propio.
Desafortunadamente, cuando el niño crece sin recibir afecto, sin recibir la dosis de respeto y disciplina que necesita, sin recibir el aprecio que su alma requiere, ese motorcito se apaga.
El antídoto: Para encender la chispa de la iniciativa en el joven, usted necesita levantar la moral de él. El adolescente desea ser parte activa de la vida. ¡Ayúdelo a integrarse! Es un proceso que requiere sabiduría y paciencia. El adolescente necesita escuchar y sentir que usted cree en él, que confía en él, y que espera en él. Está demostrado: cuanto más afecto recibe el adolescente, más respeto propio desarrollará. Y cuanto más respeto propio, más iniciativa tendrá.
Los jóvenes no crecen con los valores de sus padres: Si bien es cierto que existe un vacío de valores en nuestra sociedad, también es cierto que los valores de los hijos son trasmitidos mayormente por los padres. Nosotros definimos, consciente o inconscientemente, los valores de nuestros hijos.
Hay que saber diferenciar entre valores y tradiciones familiares o culturales. Recordemos que los jóvenes que están creciendo en este país van a tener muchas diferencias sociales y culturales con respecto a nosotros los adultos. Pero eso está bien, no podemos cambiarlo. Hablarán un idioma diferente al nuestro, y con mejor pronunciación, pero los valores que usted les trasmitirá serán exactamente los mismos que los suyos. Aunque los valores serán influenciados por el medio ambiente cultural, aun así es privilegio de todo padre, educador o adulto establecer un cimiento sólido de virtudes en la vida tierna de nuestros jóvenes.
El antídoto. Nuestros jóvenes siempre necesitarán valores para regir sus vidas, tales como el respeto, la honestidad, un código de ética y de conducta, etc. Y la persona encargada de transmitir esos valores es usted, con palabras y con acciones. Usted no podrá convencer a su hijo a que sea honesto, si utiliza “mentiras blancas” para salir de alguna situación vergonzosa. Primero sea honesto con usted mismo. No podrá convencerlo a ser un trabajador excelente y honrado si usted no lo es primero. Lo que usted vive, sus hijos reflejarán.
EL Centinela.
Arreortúa y Fuentes
Que Dios les siga bendiciendo grandemente.

1 de agosto de 2010

Dios ama a los inmigrantes

por Miguel Valdivia


El Estado de Arizona aprobó una ley titulada “Acta para la Seguridad Urbana” (Safe Neighborhoods Act–SB1070), que ha causado mucha preocupación en la comunidad latina de ese Estado.* Su intención es colocar presión sobre los indocumentados presentes en Arizona, autorizando a todas las agencias policiales del Estado a investigar a las personas que despiertan la sospecha de ser ilegales en el país. También codifica como crimen estatal la transportación o el refugio de indocumentados.
Esta ley, que entraba en efecto el 29 de julio, ha despertado las protestas de iglesias, funcionarios públicos en Arizona y de otros Estados, y aun del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. Aparte de sus efectos directos, podría decirse que crea un clima inhóspito para los inmigrantes, y suma a la ansiedad propia de quienes intentan integrarse a una nueva tierra y cultura. Por el apoyo que la ley de Arizona parece encontrar en la población general del país, algunos creen que se trata de una nueva oleada de sentimientos antiinmigrantes, agudizada quizá por la inestabilidad económica de los últimos años.
El caso es que ni la inmigración ni los problemas de los inmigrantes parecen tener fin. Cada año millones de personas se desplazan de un país a otro por un sinnúmero de razones: el desempleo crónico, un gobierno hostil, reunión con familiares o cónyuges, oportunidades de estudio, problemas de salud, problemas con la justicia, etc. En el fondo, hay una razón que subyace a las demás: el sueño de una vida mejor.
El asunto se torna complejo cuando el sueño del inmigrante es amenazado por las leyes o por la sociedad a la cual desea pertenecer. Para algunos el tema es sencillo: Las leyes del país deben primar sobre todo lo demás. Pero el cuadro humano del inmigrante requiere la contemplación de otros temas, tales como los principios de la compasión, el amor al necesitado, el respeto al prójimo y el derecho a la búsqueda de la felicidad.
El estudio de la Biblia sugiere varias consideraciones aplicables. He aquí algunas:
  1. Se debe mostrar compasión hacia el extranjero (Éxodo 22:21; Levítico 19:33, 34; Hebreos 13:2).
  2. Debemos mostrar solidaridad con el que sufre (Hebreos 13:3).
  3. La cruz de Cristo cimentó la igualdad de todos los seres humanos (Efesios 2:17-19; Gálatas 3:28).
La fe cristiana basada en la Biblia al menos nos da un punto de partida como seres humanos ante los movimientos migratorios. En cierto sentido, la Biblia es un libro de inmigrantes. Caín emigró por causa de su transgresión e inició una segunda línea genealógica de seres humanos (Génesis 4:16). Abram fue llamado por Dios a dejar su “tierra y [su]… parentela” para dar inicio a la nación de Israel (Génesis 12:1-3). David huyó de Israel (1 Samuel 21:10), y José y Moisés vivieron como extranjeros en Egipto (Génesis 39:1; Éxodo 2:1-10). Daniel fue llevado cautivo a Babilonia (Daniel 1:3-7). José y María huyeron a otro país para proteger a Jesús (S. Mateo 2:13, 14). Jesús, el Inmigrante por excelencia, vino del cielo, de parte de su Padre, para darle a toda la humanidad la oportunidad de ser ciudadanos de una tierra mejor (S. Juan 1:1-14).
Dios ama a cada ser humano. Dios ama a los inmigrantes. Quizá nunca podamos resolver a satisfacción el tema de la inmigración. Quizá no podamos librarnos totalmente de la ansiedad y el sufrimiento de sentirnos extranjeros y separados de nuestra tierra y seres queridos. Pero los que creemos en Dios y en su bondad, somos parte de un pueblo que traspasa toda frontera; de una nación espiritual de fe y amor. Tenemos esperanza y tenemos un destino eterno.



Arreortúa y Fuentes
Un muy buen artículo que habla sobre la condición de los inmigrantes en EEUU no solo mexicanos, sino hablando de todos los latinos a la luz de la palabra de nuestro Dios.
Que Dios les siga Bendiciendo grandemente.

30 de julio de 2010

UNA TEOLOGÍA ADVENTISTA DE LA MÚSICA

CONCLUSIÓN

diseñado por: Gabriel Arreortúa Toro
Señalamos al inicio que la música es como un prisma de vidrio a través del cual brillan las verdades eternas de Dios. A través de la música para la iglesia, un espectro completo de verdades bíblicas puede enseñarse y proclamarse. A través de la historia de la iglesia la gente ha aprendido a través de la música las grandes verdades de la fe cristiana y lo que Cristo pretende de sus vidas.

En un intento de lograr una renovación en los cultos de adoración, muchas iglesias evangélicas hoy están adoptando canciones religiosas rockeras basándose en gustos personales y tendencias culturales más bien que en claras convicciones teológicas. El resultado es que algunas canciones populares cantadas durante los servicios de la iglesia tienen una teología inadecuada o aún herética orientada hacia la satisfacción personal.

La elección de la música apropiada para la iglesia es crucial especialmente para la iglesia Adventista del Séptimo día, ya que a través de su música ella enseña y proclama las verdades del tiempo del fin que le han sido confiadas. Lamentablemente, la música y el estilo de adoración de la mayoría de las iglesias Adventistas está mayormente basado en la aceptación sin crítica del estilo de adoración de otras iglesias.

Para entregar una base teológica para elegir y ejecutar la música durante el servicio de adoración de las iglesias Adventistas, hemos considerado en este capítulo las implicancias del Sábado, el ministerio de Cristo en el santuario celestial y la Segunda Venida. Hemos encontrado que cada una de estas tres creencias adventistas distintivas contribuyen en su forma única a la definición de lo que la música para la iglesia debiera ser.

El Sábado nos enseña a respetar la distinción entre lo sagrado y lo secular, no solamente en el tiempo, sino también en áreas tales como la música para la iglesia y la adoración. En un tiempo cuando el relativismo cultural ha influenciado  a muchas iglesias para desdibujar la distinción entre la música sagrada y la secular, el Sábado nos enseña a respetar tal distinción en todas las facetas de la vida cristiana, incluyendo la música para la iglesia y la adoración.  Utilizar música secular para el servicio de la iglesia en el Sábado es tratar al Sábado como un día secular y a la iglesia como un lugar secular.

El estudio de la música y la liturgia en el Templo de Jerusalén, así como en el santuario celestial, ha sido muy instructivo. Hemos encontrado que más allá del respeto por la presencia de Dios, no fueron permitidos en los servicios del Templo los instrumentos de percusión y la música  de entretención que estimula a las personas físicamente, ni son utilizados en la liturgia del santuario celestial. Por la misma razón, los instrumentos de percusión y la música que estimula a las personas físicamente más bien que elevarlas espiritualmente están fuera de lugar en la iglesia hoy.

La adoración en los templos terrenal y celestial nos enseña también que Dios debe ser adorado con gran reverencia y respeto. La música para la iglesia no debe tratar a Dios con frivolidad e irreverencia. Debiera ayudar a tranquilizar nuestras almas y responderle a El en reverencia.

La creencia en la certeza e inminencia de la venida de Cristo debiera ser la fuerza motora del estilo de vida y la música para la iglesia Adventista. La pronta aparición de la Roca de la Eternidad, con la mayor banda de ángeles que este mundo jamás haya visto, puede encender la imaginación de los músicos de hoy para componer nuevas canciones con el propósito de atraer a aquellos que están buscando significado y esperanza para sus vidas.

A las puertas de un nuevo milenio, la iglesia Adventista del Séptimo día enfrenta un desafío y  una oportunidad sin precedentes para re-examinar la base teológica para la elección y ejecución de su música. Esperamos y oramos que la iglesia responderá a este desafío, no mediante la aceptación sin crítica de la música pop contemporánea que es extraña a la misión y mensaje de la iglesia, sino mediante la promoción de composiciones y canto  de canciones que expresen correctamente la esperanza que arde en nuestros corazones. (1 Ped. 3:15)

Tomado del libro "Una teología Adventista de la Música"

gracias a "Colecciones Adventistas"

Arreortúa y Fuentes
que Dios les siga bendiciendo grandemente.

LA MUSICA DE LA IGLESIA EN EL CONTEXTO DEL SEGUNDO ADVENIMIENTO

La creencia en la certeza e inminencia del retorno de Cristo es la fuerza motora de la adoración y estilo de vida de la iglesia Adventista. Ser un Cristiano Adventista significa, primero que todo, vivir mirando hacia adelante al glorioso día del regreso de Cristo. Pedro urge esta visión: "… esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado" (1 Ped. 1:13). Pablo elocuentemente expresa esta visión de futuro: "... una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús." (Fil. 3:13,14)

Perspectiva de peregrino. Vivir con esta visión de futuro significa mirar nuestra vida presente como un peregrinaje, un viaje a una tierra mejor. El escritor de Hebreos señala que Abraham y todos los creyentes del pasado fueron peregrinos, sin un hogar permanente en esta tierra. "… confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria. Pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad." (Heb.11:13-16)

Alguien ha dijo que los cristianos del siglo veinte son "el grupo de peregrinos mejor disfrazados que este mundo haya visto". Muchos Cristianos miran este mundo como "la sala de estar" en la cual vivir como si Cristo jamás regresará, más bien que verlo como "la sala de espera" de un mundo por venir.

La visión de futuro hacia el futuro Reino de Dios nos desafía a no investir las actuales instituciones religiosas o políticas con valores y funciones permanentes pues ellas no son el método por el cual será establecido el Reino de Dios. Nos desafía a reconocer que cuando Jesús regrese, todas nuestras instituciones humanas, incluyendo nuestras iglesias, llegarán a un término.

Debemos construir para el futuro en tanto reconocemos que el futuro no nos pertenece por derecho a lo que hemos construido. El efecto final de vivir con una visión de futuro es mirar todas nuestras instituciones y decisiones personales a la luz del Advenimiento de nuestro Señor.

Adoración anticipada.  La expectación del pronto regreso de Cristo da una textura especial a la adoración y música Adventista. Mediante la adoración rompemos las barreras del tiempo y del espacio y experimentamos un sabor anticipado de la bendición de la futura adoración celestial que nos espera al glorioso retorno del Señor. El escritor de Hebreos habla de esta función vital de adoración: " Sino que os habéis acercado al monte de Sión, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos.."(Heb. 12:22,23)

La adoración comunitaria con los creyentes nos capacita para olvidar y trascender temporalmente las realidades no placenteras de esta vida presente y obtener un vistazo de las bendiciones del mundo por venir. La música, las oraciones, el mensaje, y el testimonio y compañerismo con otros miembros pueden darnos un sabor anticipado de la futura Jerusalén celestial y la reunión de fiesta de los hijos de Dios. Tal experiencia nutre y refuerza la Esperanza Adventista en nuestros corazones al darnos una visión y un sabor anticipado de las glorias de la Segunda Venida.

La expectación de la venida de Cristo da un sentido de urgencia a la adoración de la iglesia Adventista. Hebreos amonesta a los creyentes a “... considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca" (Heb. 10:24,25)

La necesidad de reunirse para adorar y fortalecimiento mutuo se presenta en este pasaje como lo más necesario en tanto el Día de la Venida de Cristo se acerca. Mientras más cercano se dibuje la venida de Cristo, más intensos serán los esfuerzos de Satanás por socavar  la obra de Dios en nuestras vidas y en este mundo. "¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo."(Apoc. 12:12)  La inspiración y el fortalecimiento que recibimos de adorar junto a nuestros compañeros creyentes pueden ayudarnos a mantener firme nuestra fe y esperanza en el pronto regreso del Salvador.

Música Adventista. La música de la iglesia juega un rol vital en el fortalecimiento de la fe y en la nutrición de la esperanza del regreso de Cristo. Mediante el canto de himnos, los creyentes se refieren al día cuando verán a Jesús y hablarán con El cara a cara. "Cara a cara espero verlo, cuando venga en gloria y luz. Cara a cara cuan glorioso ha de ser así vivir"

No es sorprendente que en el Himnario Adventista (edición en inglés) existan 34 himnos acerca de la Segunda Venida. 29 Por lejos sobrepasan los himnos existentes sobre otros temas, incluyendo los 18 himnos que hablan del Sábado. 30  La música y el texto de los himnos adventistas  expresan una variedad de estados de ánimo. Por ejemplo "Oh, veremos el resplandor de la mañana dorada atravesando la noche turbulenta"  da cuenta de la excitación frente a la aparición del Señor en el cielo. "¿Cuánto aún faltará Señor para que cante así? ¡Cristo vuelve! ¡Aleluya!"  Expresa el anhelo y la impaciencia por ver al Señor. "¡Oh ya rompe el día!" da la certeza de que las señales del tiempo del fin se están cumpliendo.

"Levanta la trompeta y que fuerte se escuche" desafía a los creyentes a proclamar audazmente que "Jesús vuelve otra vez". "Esta esperanza alumbra nuestro ser" captura de una forma maravillosa la creencia de que "ahora es el momento, cuando las naciones de cerca y de lejos despierten y griten y canten Aleluya! Cristo es Rey”. "Cuando allá se pase lista, y mi nombre llamen yo responderé" reafirma con entusiasmo el compromiso a estar listo para el día "cuando la trompeta del Señor suene, y el tiempo no sea más".

Inspiración adventista. La visión gloriosa del retorno de Cristo ha inspirado la composición de muchos himnos llenos de fe que han enriquecido la vida y la adoración de la iglesia a través de los siglos. Hoy, mientras estamos a las puertas del retorno del Señor y "vemos que aquél Día se acerca " (Heb. 10:23-25),  la Bendita Esperanza debiera inspirar la composición de nuevos cantos que puedan reencender la llama y animar a los creyentes a "renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo" (Tito 2:12,13)

Nuevas canciones adventistas actualizadas se necesitan hoy para atraer especialmente la generación más joven que ha sido cautivada por los sonidos rápidos, rítmicos, fuertes, electrónicamente amplificados y letras deshinibidas de la música rock. El alcanzar a la generación más joven es una tarea formidable, ya que en muchos casos sus sentidos están tan embotados por la sobreexposición a los fuertes y rítmicos sonidos de la música rock que ya no pueden escuchar la "voz dulce y apacible". En su Decline of the West (Decadencia de Occidente), Oswald Spengler dio una ominosa advertencia años atrás:"En las etapas finales de una civilización todo el arte llega a ser nada más que titilación de los sentidos (excitación nerviosa)."31

En verdad, hoy vivimos en la etapa final de la civilización del tiempo del fin cuando la "titilación de los sentidos" por medio del idioma del rock ha invadido aun la comunidad evangélica, incluyendo un creciente número de iglesias Adventistas. La música rock entrega a muchos un sustituto engañoso para los sentimientos íntimos de "amor, alegría y paz" que llegan cuando el Espíritu Santo trabaja en nuestras vidas. (Gal. 5:22)

Nuestro desafío hoy es ayudar a nuestra generación del rock-and-roll a capturar la visión de ese día glorioso que vendrá, en el cual serán capaces de experimentar la más excitante extravagancia audiovisual que jamás hayan imaginado- el glorioso retorno de la Roca de la Eternidad. La banda de ángeles que Le acompañará producirá los sonidos más poderosos que este planeta jamás haya escuchado. El esplendor de Su presencia y las vibraciones del sonido de Su voz serán tan poderosas como para aniquilar a los incrédulos y traer nueva vida a los creyentes.

Tal evento glorioso puede encender la imaginación de los músicos de hoy para que compongan nuevos cantos que atraigan a tantos que hoy están buscando un significado y una esperanza para sus vidas. Una canción que viene a la mente es "Welcome home children" (Bienvenidos a casa hijos) de Adrian King. El canto ayuda a capturar la delicia y la excitación emocional del día glorioso que viene cuando "las puertas del cielo se abrirán de par en par y todos los que aman al Señor entraran". El Señor mismo dará la bienvenida a Sus hijos, diciendo "Bienvenidos al hogar mis hijos, este es un lugar que he preparado para vosotros. Bienvenidos a casa hijos, ahora que vuestro trabajo en la tierra ha terminado. Bienvenidos a casa hijos, vosotros que me habéis seguido tan fielmente"

Nuevas canciones Adventistas, como "Bienvenidos a casa hijos" que son teológicamente correctos y musicalmente inspiradores, pueden enriquecer la experiencia de adoración de los creyentes y atraer a quienes son receptivos a la obra del Espíritu Santo en sus vidas.

Mi hijo, Gianluca, me informa que "Welcome home children" es una canción CCM (música cristiana contemporánea). Nosotros utilizamos esta canción en una grabación de video titulada "El sábado en cantos" en que dos tenores líricos destacados se unen conmigo en presentar el Sábado mediante palabras y cantos. El hecho de que haya utilizados a canción sin darme cuenta que era una producción cristiana contemporánea muestra que las canciones contemporáneas pueden tener música y letras adecuadas para la adoración.

Tomado del libro"Una teología Adventista de la música"

gracias a "Colecciones Adventistas"

Arreortúa y Fuentes
Que Dios les siga bendiciendo grandemente

LA MUSICA DE LA IGLESIA EN EL CONTEXTO DEL SANTUARIO CELESTIAL




Para muchas iglesias cristianas, el servicio de adoración se centra en que Cristo ya ha dado cumplimiento en el
pasado a través de Su perfecta vida, muerte expiatoria y resurrección gloriosa. Por contraste,
la adoración Adventista del Séptimo día se centra no solo en ese cumplimiento redentor pasado de nuestro Salvador, sino también en Su ministerio presente en el santuario celestial y en Su futuro regreso para dar consumación a Su redención. Así, las tres dimensiones del ministerio de Cristo -pasado, presente y futuro - están involucradas en la adoración Adventista.

Encontrándose con el Señor. Es notorio que las tres doctrinas distintivas Adventistas - el Sábado, el Santuario y la Segunda Venida - compartan un denominador común, que es, encontrarse con el Señor. En el Sábado nos encontramos con el Señor invisible en el tiempo.  En el Santuario Celestial nos encontramos por fe con el Salvador ministrante en el lugar. En la Segunda Venida nos reuniremos con el Señor visible en el espacio.

Encontrarnos con el Señor en el tiempo en Su día Sábado, en el lugar en Su Santuario santo, y en el espacio en el día glorioso de Su venida debieran constituir los puntos focales de la adoración Adventista. Cuando los Adventistas se reúnen para adorar, su deseo debiera ser encontrarse con el Señor. Por fe ellos debieran desear encontrarse con el Señor, no sólo en el Calvario en la Cruz, donde el pagó la pena de sus pecados, sino también en el trono de Dios en los cielos mismos, donde El ministra en su beneficio.

En su libro Sing a New song! Worship renewal for adventists today (Canten un nuevo canto! Renovación en la adoración para los adventistas de hoy) Raymond Holmes escribe: "En nuestra adoración (Adventista) entramos al santuario celestial por fe y somos capaces de ver el mundo, el propósito de la iglesia, el ministerio de nuestro Señor, y nuestras propias vidas desde la amplia perspectiva de Dios y no sólo desde nuestro punto de vista limitado, estrecho y centrado en nosotros mismos."13

El enfoque de la adoración Adventista debiera estar en el santuario celestial donde Jesús continuamente ministra en la liturgia celestial en beneficio de Su pueblo. ".tenemos tal sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor y no el hombre" (Heb.8:1,2) Es porque tenemos tal Sumo Sacerdote ministrando en el cielo que Hebreos dice: "Acerquémonos pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro".(Heb.4:16)

Adoración en la iglesia para reflejar la adoración celestial.  La invitación a "acercarse al trono de gracia" es obviamente una invitación a adorar mediante la ofrenda a nuestro Señor de nuestras oraciones, alabanzas y cantos. La iglesia en la tierra se une a los seres celestiales en alabanza a Cristo: "Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre." (Heb. 13:15)

La música y la adoración de la iglesia en la tierra debiera sacar su inspiración de la música y la adoración existente en el santuario celestial, ya que las dos están unidas por la adoración del mismo Creador y Redentor. El libro de Hebreos invita a los creyentes a "acercarse al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos" (Heb. 12:22-24)

Qué desafío para la iglesia de los últimos días, permitir que la gloria y la majestad de la adoración celestial brillen a través de su música, oraciones y predicación. Como sugiere Richard Paquier, "algo de a majestad real y la gloria del Resucitado que ascendió a los cielos debe aparecer en la adoración de la iglesia".14

Cuando vistazos de la majestad y gloria del Salvador resucitado y Sumo Sacerdote celestial aparecen en la música y la adoración de la iglesia, no habrá necesidad de experimentar con rock religioso, drama o danza para revitalizar la adoración en la iglesia. La visión de la gloria y majestad del Señor provee todos los ingredientes dramáticos para que los creyentes puedan desear siempre una excitante experiencia de adoración.

La adoración del Santuario Celestial. Para lograr una vislumbre de la majestuosa adoración que se efectúa en el santuario celestial, regresamos al libro de Apocalipsis donde encontramos el mayor número de conjuntos corales que aparecen en la Biblia. Los eruditos que han estudiado la música de Apocalipsis han detectado distintas cantidades de textos de himnos en el libro. Oscar Cullman ha identificado seis himnos (Apoc. 5:9; 5:12, 5:13:12:10.12; 19:1,2; y 19:6),14 en tanto Michael Harris enumera siete (Apoc. 4:8-11; 5:9; 7:10, 11:17-18; 12:10,11;15:3; y 15:4b).15 Forrester Church y Terrance Mulry identifican once himnos en Apocalipsis (Apoc. 1:5-8;4:11;5:9-11; 5:12,13; 11:17-18; 12:10-12; 15:3-4;18:22,23; 19:1-9; 22:16,17; y 22:20).16

La cantidad exacta de himnos y coros ejecutados en Apocalipsis es menos importante que su testimonio del rol importante que la música juega en la adoración escatológica de Dios en el santuario celestial. Los tres coros principales que participan en el culto de adoración celestial son (1) los 24 ancianos (Apoc. 4:10,11; 5:8,9; 11:16-18; 19:4); (2) la gran multitud de ángeles y redimidos (Apoc. 5:11,12; 7:9-12; 14:2,3; 19:1-3,6-8); y (3) el conjunto de todas las criaturas de los cielos y la tierra (Apoc. 5:13)

El texto de los himnos es muy instructivo. El coro de los 24 ancianos canta en primer lugar ante el trono de Dios un himno que habla de Su poder creador: "Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas y por tu voluntad existen y fueron creadas."   (Apoc. 4:10,11) Entonces ellos cantan ante el Cordero un himno acompañado de arpas que habla de Su consumada redención: "Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra." (Apoc. 5:8-10)

Finalmente los veinticuatro ancianos cantan ante Dios de  la vindicación de los redimidos y la inauguración del reino eterno: "Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder y has reinado. Y se airaron las naciones y tu ira ha venido y el tiempo de juzgar a los muertos, y te da el galardón a tus siervos los profetas a los santos, y a los que temen tu nombre,  a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra."Apoc, 11:16-18  Uno nota una progresión temática en los himnos de los 24 ancianos, desde la alabanza de la creación de Dios a la de la redención de Cristo y la vindicación final de Su pueblo.

Similar atribución de alabanzas se encuentran en los himnos cantados por la gran multitud de ángeles (Apoc. 5:11,12) y por los redimidos (Apoc. 7:9-12; 14:2,3; 19:1-3; 19:6-8) "Después de esto miré y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas y con palmas en las manos; y clamaban a gran voz, diciendo : la salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero" (Apoc. 7:9,10)

En su disertación, publicada bajo el titulo de A theology of music for worship derived from the book of Revelation  (Una teología de la música para la adoración derivada del libro de Apocalipsis), Thomas Allen Seel encuentra un crescendo en la participación de los coros celestiales. "El coro de los 24 ancianos aparece dirigiendo los coros más grandes en tanto la acción en el texto construye un poderoso crescendo de participación y sonido; lo inicia con el coro de los 24 ancianos cantando, seguido por runa respuesta antifonal de las criaturas de los cielos y culmina cuando estas fuerzas antifonales participan en una gozosa respuesta con el resto de la creación, incluyendo los Redimidos. Juntos en forma corporativa dirigen su alabanza al Dios Padre."17

La dinámica de las respuestas antifonales y participativas de varios grupos revela una asombrosa unidad. "Ellos responden en una forma ordenada y balanceada que testimonia la unidad totalmente completa y sin compromiso de toda la creación del Dios Todopoderoso. La adoración en Apocalipsis es "genuinamente congregacional" e inclusive une distintos niveles de la creación en un mar de adoración doxológica al Dios Padre."18

Música triunfante sin golpe constante. Un estudio cuidadoso de varios himnos del Apocalipsis revela que pese a todas las referencias al pueblo sufriente de Dios, el libro aún puede probar ser una de las más felices composiciones jamás escritas. Como The Interpreter's Bible (La Biblia del interprete) comenta: "La música de la eternidad (en Apocalipsis) envía su triunfante alegría de retorno a la vida del tiempo. La justificación de la gloriosa música cristiana en el mundo es siempre la justificación por fe... Los escritos de Pablo también tienen esta característica de explosión de canto. Usted puede juzgar una interpretación de la religión cristiana por su capacidad de tener a los hombres cantando. Hay algo equivocado respecto de una teología que no crea una música triunfante." 19

La música triunfante de Apocalipsis es inspirada, no por el hipnótico golpe constante de instrumentos de percusión, sino por la maravillosa revelación de los logros redentores de Dios por Su pueblo. En tanto los adoradores del santuario celestial son privilegiados al poder pasar revista a la forma providencial en que Cristo, el Cordero que fue inmolado, ha redimido personas de cada nación, ellos cantan con una excitación dramática en su alabanza doxológica del Dios Padre.

Los líderes de la adoración, que están urgiendo el uso de un arreglo de tambores, guitarras eléctricas, y guitarras rítmicas para dar un tono rockero a su música para la iglesia, debieran notar que tanto en el Templo de Jerusalén como en el santuario celestial, no se permitían instrumentos de percusión. El único instrumento utilizado por los coros celestiales es un conjunto de arpas (Apoc. 5:8; 14:2). La razón, como explica Thomas Seel, es que "el timbre distintivo del arpa en la adoración se mezcla armoniosamente con las voces colectivas de los adoradores. Debiera notarse que el apoyo instrumental no suplanta la importancia de las letras del texto, ni contiene una mezcla de distintos instrumentos. El conjunto instrumental contiene un tipo singular de instrumento (el arpa) que se mezcla con la voz." 20

No se permitía música secular en el Templo. La distinción entre música sagrada y secular que está presente en el santuario celestial también era evidente en el Templo de Jerusalén. En el siguiente capítulo sobre los "Principios bíblicos de la música" veremos que sólo un grupo selecto de Levitas conformaban el coro del Templo. Ellos ejecutaban sólo cuatro instrumentos en momentos específicos durante el servicio: las trompetas, los címbalos, las liras y las arpas (1 Cron. 15:16; 16:5,6). De las cuatro, sólo las dos últimas, las liras y las arpas (ambos instrumentos de cuerda que se mezclan con las voces humanas) eran usadas para acompañar a los cantores.

Las trompetas eran utilizadas sólo para dar varias señales, tales como cuando la congregación debía arrodillarse o el coro debía cantar durante la presentación de ofrendas encendidas (2 Cron. 29:27-29). Los címbalos eran utilizados para anunciar el comienzo de un canto o el de una nueva estrofa. "Contrario a la opinión común, los címbalos no eran utilizados por el director de canto para dirigir el canto marcando el ritmo de la canción" 21 La razón es que la música en el antiguo Israel, como lo muestra Anthony Sendrey, no contaba con un ritmo regular y una estructura métrica. 22 Es evidente que no había posibilidad para ningún judío que tocase un instrumento el ser invitado a unirse a la banda de rock del Templo y transformar el servicio en un festival musical.

En su disertación doctoral presentada en la Universidad de Cambridge y publicada bajo el título The Lord's song: the basis, function and significance of Choral music in Chronicles, (El canto del Señor: la base, función y significado de la música coral en Crónicas), John Kleinig señala: "David determinó la particular combinación de instrumentos a ser utilizados en la adoración. A las trompetas que Dios había ordenado por medio de Moisés, el agregó los címbalos, las liras y las arpas (1 Cron. 15:16; 16:5,6) La importancia de esta combinación se enfatiza por la insistencia en 2 Cron. 29:25 de que los instrumentos para el canto sagrado, como el lugar de los músicos en el templo, habían sido instituidos bajo la dirección del Señor. Fue esta orden divina que les dio su significado y poder." 23

En 2 Crónicas 29:25, explícitamente se declara que el rey Ezequías "puso también Levitas en la casa de Jehová con címbalos, salterios y arpas, conforme al mandamiento de David, de Gad vidente del rey, y del profeta Natán, porque aquel mandamiento procedía de Jehová por medio de sus profetas." Al hacer mención a las directivas proféticas de Gad y Natan, el autor de Crónicas  enfatiza el hecho de que la adición de David de los címbalos, arpas y liras a la utilización de la trompeta (Núm. 10:2) no se basaba en el gusto personal del rey, sino en un mandamiento "del Señor".

Música sagrada para un lugar sagrado. Aquellos que creen que la Biblia les da licencia para tocar cualquier instrumento y ejecutar cualquier música en la iglesia, ignoran el hecho de que la música en el Templo no se basaba en el gusto personal o en preferencias culturales. Esto se indica por el hecho de que otros instrumentos como los panderos, flautas, pífanos y otros no podían ser utilizados en el Templo, debido a su asociación con el entretenimiento popular. Este principio fue respetado también en la sinagoga y en la iglesia primitiva, como se detalla en el siguiente capítulo sobre "Los principios bíblicos de la Música". (Capítulo 7)

Es evidente que no hay nada moralmente malo con el uso de instrumentos como los panderos o las flautas. La razón por la que fueron excluidos de la orquesta del Templo es simplemente porque eran comúnmente utilizados para entretención. La danza de las mujeres en la Biblia usualmente estaba acompañada por el toque de panderos, que parecen haber sido tambores de mano, como las modernas panderetas, hechas de un marco de madera en el que una piel se estiraba.

Si los instrumentos y la música asociada con el baile hubiesen sido utilizadas en el Templo, los israelitas habrían sido tentados a transformar el Templo en un lugar de entretención. Para prevenir que esto sucediera, los instrumentos y la música asociada con la entretención fueron excluidos del Templo. Esta exclusión se extendió a la participación de las mujeres en el ministerio musical del Templo, ya que, como veremos en el capítulo siguiente, su música consistía mayormente en danza con panderos - una música que era inapropiada para la adoración sacra.

En su libro Music of the Bible in christian perspective (La música de la Biblia en una perspectiva cristiana), Garen Wolf señala que "el uso de tabret, panderos, toph y danza por las mujeres o los hombres no tenía conexión con la adoración en el Templo, sino mas bien con el propósito del espectáculo, éxtasis y entretención secular o para música religiosa tocada fuera del Templo."24

La música era rígidamente controlada en la adoración del Templo para asegurar que estuviese en armonía con lo sagrado del lugar. Tal como el Sábado es un día sagrado, así el Templo era un lugar sagrado, donde Dios manifestaba su presencia "entre el pueblo de Israel" (Exo. 25:8; cf.29:45). El respeto por el día sagrado de Dios y el lugar sagrado de adoración, demandaba que no se utilizara ninguna música o instrumento asociado con la vida secular en el Templo.

La conexión entre el Sábado y el santuario está claramente expresada en Levítico 19:30: "Mis días de reposo guardaréis y mi santuario tendréis en reverencia. Yo Jehová". El guardar el Sábado se iguala con la reverencia en el santuario de Dios, ya que ambos son instituciones sagradas establecidas para la adoración de Dios. Esto significa que la música secular que es inapropiada para el Sábado también es inapropiada para la iglesia, y vice versa. ¿Por qué? Simplemente porque Dios ha apartado a ambos para la manifestación de Su santa presencia.

Lecciones de la Música del Templo. Cuatro lecciones importantes pueden sacarse de la música ejecutada en el Templo de Jerusalén como asimismo en el santuario celestial. Primero, la música de la iglesia debiera respetar y reflejar lo sagrado del lugar de adoración. Esto significa que los instrumentos de percusión y la música de entretención que estimula físicamente a la gente están fuera de lugar en el servicio de la iglesia. Sin respeto por la presencia de Dios, tal música no fue permitida en los servicios del Templo, ni es utilizada en la liturgia del santuario celestial. En el siguiente capítulo, veremos que lo mismo fue cierto para el servicio de adoración de la sinagoga y de la iglesia primitiva. Este consistente testimonio de la escritura y de la historia debiera servir como una advertencia para la iglesia de hoy, cuando la adopción de música pop para el culto de adoración está poniéndose "de moda".

Segundo, la música tanto de los Templos terrenal como celestial nos enseña que los acompañamientos musicales deben ser utilizados para ayudar a la respuesta vocal dada a Dios y no para ahogar el canto. En Apocalipsis, es el conjunto instrumental de arpas el que acompaña el canto de los coros, ya que el sonido del arpa se mezcla bien con la voz humana, sin suplantarla. Esto significa que cualquier música fuerte, rítmica, que ahoga el sonido de las letras es inapropiada para la adoración en la iglesia.

Tercero, la música de la iglesia debiera expresar la delicia y la alegría de estar en la presencia del Señor. El canto de varios coros en Apocalipsis es con sentimiento y expresivo. Ellos cantan con una "fuerte voz" (Apoc. 5:12; 7:10) y expresan sus emociones diciendo "Amen, Aleluya" (Apoc. 19:4)

Debe existir un balance entre el lado emocional y el lado intelectual de la vida en la religión y la adoración. "La expresión musical en la adoración debiera tener un aspecto emocional e intelectual debido a que así es la naturaleza del hombre, la naturaleza de la música y la naturaleza de la religión. En su mejor forma, la música debiera demostrar esta unidad vida-religión-música en la adoración mediante un sentimiento de aproximación a la composición bien proporcionado, razonado." 25

Reverencia en el Santuario de Dios.  Finalmente, la música de la iglesia debiera ser reverente, a tono con la naturaleza sagrada de la adoración. Es significativo que de las ocho palabras utilizadas en el Nuevo Testamento para expresar una respuesta de adoración a Dios, solo se utiliza una de ellas en Apocalipsis. 26  Es la palabra griega prokuneo, que se traduce comúnmente como "adorar" o "postrarse". El termino aparece 58 veces en el Nuevo Testamento, 23 de las cuales ocurren en Apocalipsis. 27

El término prokuneo está compuesto de dos raíces: pros que significa "hacia" y kuneo que significa "besar".  Cuando se combinan, implican el honor y respeto demostrado hacia un superior. Una y otra vez se nos dice en Apocalipsis que los seres celestiales "se postran y Le adoran" (Apoc. 4:10; 5:14;7:11; 11:17; 15:4; 19:4)

Es significativo que Juan el Revelador utiliza sólo prokuneo para describir la adoración reverente de los tiempos finales. La razón podría ser la necesidad de advertir a la generación de los tiempos del fin para no ser engañada por la falsa adoración de Babilonia, caracterizada por una excitación afiebrada. Dios es santo y Le adoramos con un profundo respeto, temor y afecto. Tanto en el Templo de Jerusalén como en el santuario celestial, Dios es adorado con gran reverencia y respeto. La misma actitud debiera manifestarse en nuestra adoración hoy, ya que Dios no cambia.

Hoy vivimos en un mundo de afiebrada actividad, constante entretención y cercana familiaridad. Esto se refleja en algunas de las músicas pop contemporáneas que tratan a Dios con frivolidad e irreverencia. La adoración en los Templos terrenales y celestiales nos enseñan que necesitamos postrarnos en humildad ante nuestro gran Dios. La música sagrada puede ayudar a aquietar nuestros corazones y almas para que podamos reconocer en mejor forma quien es realmente nuestro Dios y responderle en reverencia.

Tomado del libro "Una teología Adventista de la Música"
gracia a "Colecciones Adventistas"

Arreortúa y Fuentes

Que Dios les siga bendiciendo grandemente.